#1 Resfrío
¡Apuesto a que ya lo sospechabas!; esta es una de las
enfermedades más clásicas del invierno. Pero, puedes prevenirla de un
modo bien sencillo: lavándote las manos con más frecuencia. De esta
manera, te liberarás de aquellos gérmenes que recogiste en el contacto
con superficies infectadas. ¿Este dato llegó demasiado tarde? Entonces,
procura utilizar pañuelos descartables; ellos impedirán que estés
constantemente “reinfectando” tus propias manos.
#2 Dolor de garganta
Este suele ser causado por infecciones virales o, según
sugirieron estudios recientes, por los cambios abruptos de temperatura.
Para aliviar esta aflicción, las gárgaras con agua salada harán
maravillas. No curarán la infección, pero sus
propiedades antiinflamatorias te regalarán un gran alivio.
#3 Asma
El aire frío es un gran promotor de los
síntomas del asma.
Por este motivo, los asmáticos deben tomar especiales precauciones
durante el invierno, como abrigarse muy bien, cubrirse la nariz y la
boca al salir y tener el inhalador siempre a mano.
#4 Norovirus
Este virus provoca
vómitos.
Una vez en el organismo, genera un malestar muy desagradable, pero que
afortunadamente acaba en un par de días. Mientras tanto, y para prevenir
otros síntomas desagradables, es fundamental que bebas mucha agua para
así mantenerte bien hidratada.
#5 Dolor en las articulaciones
Si bien no hay evidencia científica que respalde que el frío acentúa el
dolor en las articulaciones,
hay muchas personas que manifiestan sufrirlo. Una posible explicación
es que los meses invernales suelen invitar a la depresión y, como
consecuencia, agudizan la percepción del dolor. Como consecuencia, todo
se siente peor. Para combatir esta problemática, es muy recomendable
realizar ejercicio de forma regular –particularmente nadar–. Esta medida mejorará tu estado físico y fortalecerá tu bienestar emocional.
#6 Herpes labial
La aparición de un
herpes labial es, antes
que nada, el pedido de ayuda de un organismo estresado. Así que, para
evitarlos, deberás dedicarte un tiempito todos los días; haz actividades
que te ayuden a relajarte. Toma un baño caliente, sal a caminar un
rato, deléitate con una buena película...
#7 Ataques cardíacos
Los
ataques cardíacos son más frecuentes en
invierno, porque el frío eleva la presión arterial y fuerza al corazón.
Además, este órgano vital debe esforzarse mucho más para preservar el
calor corporal. Dada esta realidad, debes cuidar a tu corazón
manteniéndote calentita. Así que lleva siempre abrigo y, cuando vayas a
acostarte, usa una manta eléctrica o una bolsa de gel para preservar tu
cuerpo a una buena temperatura.
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